Los testigos culpan únicamente a la edil Sánchez de la compra de votos

«Fui al despacho de la concejal a pedirle trabajo porque tengo tres criaturas y lo estaba pasando muy mal. Ella me dijo que si le daba el voto al Partido Popular, tendría trabajo mañana mismo». La mayoría de testigos que ayer comparecieron ante la Audiencia Provincial en el juicio por la presunta compra de votos durante las elecciones de 2003 en Fortuna relataron la misma experiencia. La misma historia, una y otra vez. Todos ellos apuntaron a la exedil de Empleo, María Dolores Sánchez, como la persona que les pidió el voto a cambio de ofertas de trabajo municipal. Coincidieron, además, en exculpar al alcalde, Matías Carrillo, y al resto de la corporación. «En el pueblo todo el mundo sabía que eso lo llevaba ella».

Más de una decena de vecinos de Fortuna comparecieron ayer ante la juez en la segunda jornada de este juicio. Aunque con matices, muchos de ellos reprodujeron una historia similar en la que la concejal Sánchez les solicitaba el voto para el PP a cambio de un empleo en el Ayuntamiento. «Me abordó por la calle y me dijo que si quería trabajar en el Ayuntamiento a cambio de mi voto y los de mi familia», explicó un joven del municipio, el primer testigo en comparecer y que, en el momento de la oferta, era menor de edad. «Yo estaba indignado y se lo conté a mis padres».

A este chaval le siguió otro testigo que aseguró que en abril de 2003 se encontraba en una complicada situación económica y se acercó al despacho de la exedil para pedirle trabajo. «Ella me preguntó si yo era de derechas y le contesté que yo de derechas a tope», contó. «Entonces, me pidió el carné para votar y me dijo que me haría un contrato para un mes y prorrogable».

Experiencias similares relataron ayer la mayoría de los testigos. Una de las vecinas de Fortuna no tuvo además reparos en reconocer que, tras entregar su voto y el de algunos miembros de su familia al PP, comenzó a trabajar como limpiadora en el municipio. «Éramos un grupo de ocho mujeres y la mayoría de las veces estábamos paradas», explicó. «Nos mandaban a las pedanías para que la gente no se diese cuenta de que había demasiado personal».

La hermana

de esta testigo también aseguró haber recibido una de esas ilícitas ofertas por parte de la exedil Sánchez. «Tenía tres chiquillos para alimentar y necesitaba un trabajo», explicó. «Me dijeron que si ganaban, no me faltaría trabajo».

Esta testigo aseguró estar indignada porque presuntamente la exedil no habría cumplido posteriormente su promesa de ofrecerle un empleo. «Tuvieron mi carné un mes y medio y luego no me dieron ni trabajo, ni vivienda, ni nada», confesó. «Cada vez que iba a reclamarle, me decía que no era posible y me callaba la boca con vales de comida».

Fuente: La Verdad