Introducción

Los asentamientos  romanos en Fortuna giran en torno a las aguas termales. Destacan los yacimientos de época romana el de Cueva Negra y el de los Baños de Fortuna. Constituyen dos de los santuarios más importantes en la Historia de la Hispania romana.

 

Vista aérea del santuario romano

   La relación entre Roma y las aguas termales

 Se tenía en época romana la creencia de que las aguas que manaban de las rocas poseían propiedades curativas. De ahí que se construyera el santuario de carácter salutífero y en el que los fieles acudieran para gozar de sus propiedades terapéuticas.

   El Balneario de Fortuna se encuentra a 3 Km. del centro urbano. Excavado desde 1991 por la Universidad de Murcia, sus instalaciones se encuentran vinculadas al Balneario actual. En el siglo I a. C. la ladera oriental de la Sierra del Baño se transformó en un santuario natural. Se tallaron en la roca gradas formando una exedra, rodeando la fuente.

El yacimiento se divide en dos zonas: la hospedería y el ninfeo. La zona de la hospedería, descubierta en las excavaciones del 1999, contenía pequeñas habitaciones en torno a un patio central. Están datadas en el siglo I d. C., mientras que el ninfeo o fuente mana de una grieta en la roca, que se cubrió con mampostería. Las cerámicas sigillatas y las lucernas testimonian la presencia de familias extranjeras.

   El primer testimonio literario en Fortuna: Cueva Negra

Detalle de los "Tituli Picti"

   Entre la Sierra del Baño, en una situación  de unos 400 metros de altura, se halla la Cueva Negra. Se trata de un abrigo rocoso orientado hacia el Sur. Este posé un manantial de agua que mana de las paredes de la cueva. El nombre de Cueva Negra hace referencia al hollín que tiñe sus paredes. El hallazgo de grandes paneles pintados o 'tituli picti', de época Altoimperial, documentan el culto a las ninfas y a otras divinidades como Baco, Esculapio o Cibeles en estas cuevas. Estas pinturas son lo más significativo del yacimiento, los textos están en verso y aluden a la obra de Virgilio, lo que denota una cultura literaria notable en sus autores.